Día a día vemos accidentes de tránsito. Todas las principales ciudades del país están colapsadas por el tráfico, y ello junto al poco respeto por las normas de tránsito causa que Perú tenga una alta siniestralidad referida a accidentes de tránsito.
Sin embargo cuando uno observa los vehículos afectados en estos accidentes y compara los de fabricación reciente con los de hace algunos años, es fácil notar que los actuales parecen más dañados que los antiguos.
Conforme la investigación de accidentes ha ido avanzando en el tiempo, hay teorías que se daban por ciertas que han ido perdiendo vigencia y cediendo paso a nuevas tendencias. Años atrás, se pensaba que la estructura del auto debía ser lo más dura y rígida posible, evitando así que sufra deformación en el momento de un impacto, esto causaba que toda la energía del impacto viaje hasta los ocupantes del auto, causando lesiones en ellos. Es así, que en los vehículos actuales se produce gran nivel de deformación, buscando que esta absorba la mayor cantidad de energía del impacto y que los ocupantes tengan la menor cantidad de lesiones posible.
Para ello, toda la construcción del vehículo se orienta hacia ello, buscando materiales rígidos de rápida deformación, y orientando esta deformación en el sentido de la carrocería, para que al hacerlo no ocurran daños a los ocupantes. Esto forma parte de la seguridad pasiva, conformada por los elementos que buscan mitigar los daños a las personas luego que ocurre el accidente, mientras que la seguridad activa está compuesta de elementos cuya función es prevenir los accidentes.
Existen cada vez más elementos de seguridad activa, que buscan evitar los accidentes, generalmente los últimos desarrollos se centran en sistemas de alerta al conductor para lograr hacerlo reaccionar antes de uno de estos. Un ejemplo de ello es el detector de fatiga, sistema que evalúa el comportamiento del conductor y su interacción con los diferentes sistemas como el aire acondicionado, equipo de sonido o la dirección, y a través de ello intenta predecir si es que el conductor podría estar quedándose dormido, emitiendo una alerta sonora y visual para que detenga el auto.
Otros sistemas de seguridad activa intervienen durante la conducción para evitar los accidentes, interviniendo sobre la trayectoria del auto, la velocidad de circulación o incluso deteniendo el auto por completo. Para ello las unidades de control recogen información de los radares del sistema de velocidad crucero, de los sensores de proximidad y de las cámaras, y con ello pueden predecir posibles impactos frente a peatones u obstáculos.
Finalmente, la mayor seguridad la da uno mismo al tener el cuidado necesario en el manejo y no llevar el manejo a situaciones extremas.
Renzo Capanni Orams
Gerente de Postventa – GACSA Perú